miércoles

"YO LA TENGO MAS LARGA, Sr. JUSTO...!"

Se estrenó, "Titulares" (La Voz del Pueblo) y la noche se llenó de unos cuantos intelectuales, algunos legítimos, otros no tanto. En plena Av. Corrientes, como si fuera la casa de Natalio Botana en los años 30, se mezcló la chusma, con escritores, políticos y farándula. Igual que en su vida real, una noticia amarilla, deseosos todos, de más morbo.

Por Daniela Guerra

Si por mi fuera, así hubiera titulado la portada del diario Crítica el día en que su fundador, empresario y periodista, le dio el portazo final a los militares conservadores del época. Esto muestra la obra, que recién se estrena, con un excelente actor, Alejandro Awada, en la piel de Natalio Botana, hombre apasionado, contradictorio y genio de las rotativas.

Y como el actor me transportó, me quedo con Botana, porque es dificil separar al uno del otro.

Botana no fue un periodista cualquiera, sin Botana no tendríamos periodismo callejero, para bien o para mal. Fue el, quien marcó un antes y un después en la forma de encarar la noticia, en la manera de mostrar la realidad. Desbancó a los diarios de la época, La Nación y La Prensa, tan solo con titular: "Niña de 8 años cae a un pozo y muere". Modificó la tipografía, la hizo mas llamativa y el lenguaje, el de la calle.


"Tenemos que hacer un diario que hable como habla el pueblo...." La voz del pueblo... alguien le tiraría letra.

Obsesivo por el trabajo, por la busqueda incansble de la sorpresa del lector. Por el impacto seco. "Si no hay noticia, se inventa" y podía sacar de una necrológica, una historia social. "La miseria se cobro su primera victima", un linyera tirado en una plaza. Todo era noticia. Todos se hacía noticia.

Padre del amarillismo. Amigo del general conservador Agustín P. Justo y enamorado hasta los huesos de Salvadora Medina Onrubia, una fogosa militante anarquista. Vivió en medio de contradicciones. El papel y la tinta para él, eran un juego.

"No necesito una historia...!! Necesito un Título!!" gritaba... un titulo!!. Con eso podía vender lo que quería. Escribía desde la sangre, desde la desesperación, desde la ambición de más. Escribía como un loco pinta un lienzo.

En su redacción lo acompañaron Borges, Arlt y Fijman y en su lujosa casa, cuestionada por la mezcla de gustos de este nuevo rico, se permitió ser anfitrión de García Lorca, Neruda y Siqueiros. No lo entendían, pero lo admiraban. Lo criticaban, pero lo admiraban.


Como todo visionario, jamás le importo que pudieran decir de él, ni de su vida, ni de sus escrúpulos. Estaba con unos u otros, según le cayera mejor. Amado y odiado.
Su jugada más recordada fue mantener fogoneada la muerte de Gardel en primera plana de su diario durante tres meses, para minimizar el asesinato en el senado, de Bordabere.

Increíble, pero llegó al millón de ejemplares. Solo él podía lograr titular y seguir vendiendo la misma historia durante días y días.

Y como dijo "Botana" al cerrar: "los mitos surgen cuando los hombres no pueden ser héroes".

Te puse las fichas Botana: para mi, la seguís teniendo más larga!
Daniela Guerra
Periodismo Ciudadano
Buenos Aires, Abril 2009.-
Crítica

DESTACO del ESPECTACULO: el excelente personaje, la vehemencia y los matices de Alejandro Awada, como Natalio Botana, muy bueno!. Como también el personaje interpretado por Cutuli, "El Diente".
En particular, la danza de los canillitas y la escena lésbica, desinhibida de la mujer de Botana y la mujer de Siqueiros.

Una nota a favor: el manejo de la escenografía, sin grandes lujos pero bien llevada con el detalle de los telones de fondo que plasman las fotos de la época, lo cual modifica el ánimo del auditorio, sumido en nostalgias de la época.
Así mismo, el tábano que gráfica en la pantalla los mejores titulares. Muy buen trabajo escenográfico de Héctor Calmet. Perfecta sinconización.
Una nota en contra: algunos personajes se desdibujan, pero Awada carga la obra al hombro con creces.
Sobre el guión: solo pinta una parte de la historia, pero imposible incluir una vida tan intensa en dos horas. Buen Guión, de Bernardo Carey.
La Dirección: Impecable, de José María Paolantonio.
Un agradecimiento al equipo de Prensa del Complejo General San Martín, por la invitación.