miércoles

"La Vida es un Cabaret, no más"

"Había una ciudad llamada Berlín, en un país llamado Alemania. Había un cabaret, y un maestro de ceremonias. Era el fin del mundo y yo bailaba con Sally Bowles. Los dos estábamos profundamente dormidos".

Sentada en una de las mesas que ambientan el "cabaret" del teatro se lee la frase "aquí la vida es divina" y eso parece al principio. Los mozos sirven unos tragos antes de comenzar la función, mezclándose entre los veladores que desprenden luces rojas y dejan ver solo el brillo de las miradas cómplices de los que llegan.

Entre dos piernas impresionantes montadas sobre el escenario, con portaligas claro, aparece la figura del maestro de ceremonias, Alejando Paker, mitad hombre, mitad mujer, tan prostituido como la misma política. Y detrás, luego de lanzar la felicidad de estar en el "cabaret", llega Rally Bowles, Karina k, con una figura delgada, huesuda y una personalidad histérica digna de una prostituta casi muerta de hambre. Dándole un portazo a su proxeneta de turno le regala los acordes "Para Mein Herr". Y los aplausos vuelven a repicar con la musiquita ingenua y picara de "No le cuentes a mamá"... porque mi mami... claro, jamás imaginaria lo que era la nena, ni lo que vendría después.

Y como todo prostíbulo, te deja entrar, te endulza con los primeros brillos y un poco de alcohol, hasta que el tono helado de una voz a capella, te recuerda... "ahora, me toca a mi..." y uno siente que la música como la vida, pueden ser tétricas aún dichas con un sonido delicadamente impecable. No hay vuelta atrás, se avecina el espanto.

Los dedos repiquetean sobre las mesas, como queriendo correr mientras el maestro de ceremonia, se derrumba y se arrastra en el grito de "Y a mi qué..?". Y Sally vuelve a cantar Cabaret dejando las cuerdas vocales desgarradas en el intento de que comprendan…” yo amo este cabaret” y piensa morirse ahí.

Un silencio rotundo, los colores grises, las caras pálidas, esvásticas a los costados. Se cierra el cabaret. No hay más música. No hay más show. No hay más vida.

Porque si bien, desde su primer estreno en 1966, la obra de Fred Ebb, John Kander y John Masteroff, fue vista en todas sus formas artísticas una y mil veces, hay algo que te llama y uno vuelve a entrar al Kit Kat Club, vuelve a sentarse a la mesa y pedir un trago, vuelve a ser cómplice y victima de la decadencia del mundo y del ser humano, aunque sepa, como termina la historia.

Cabaret
http://www.cabaretelmusical.com.ar/
Dirección General: Ariel del Maestro. Protagonistas: Alejandro Paker/ Karina k
Teatro Astral Corrientes 1639 - Capital Federal
Tel. 4374-5707 / Horarios: mié jue vie 21:00, sáb 20:00, sáb 23:30, dom 20:00.